BOOKS - El Oficial y la Dama Apropiada (Spanish Edition)
El Oficial y la Dama Apropiada (Spanish Edition) - Simone Poulin February 19, 2023 PDF  BOOKS
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El Oficial y la Dama Apropiada (Spanish Edition)
Author: Simone Poulin
Year: February 19, 2023
Format: PDF
File size: PDF 1.1 MB

!El mayor Hal Carlow era un buen soldado, pero tambien era un coqueto, un libertino y un sinverguenza! En general, trato de mantenerse alejado de las senoritas adecuadas, nada divertido, y pasar el tiempo con el tipo de mujeres que apreciaban sus mejores cualidades...El deber de la senorita Julia Tresilian era encontrar marido, pero sus posibles pretendientes la aburrian hasta las lagrimas. Sin embargo, incluso hablar con el incorregible Hal Carlow era peligroso para sus perspectivas de matrimonio, y mucho menos para algo mas...~20 de mayo de 1815. BruselasSus ojos eran de un inquietante azul grisaceo, como un cielo amenazando tormentas. Como Julia Tresilian sabia eso, cuando el poseedor de esos ojos estaba a unos veinte metros de distancia, holgazaneando con un grupo de companeros oficiales alrededor de un banco del parque, no estaba del todo segura.Tampoco tenia idea de por que estaba mirando de manera tan descarada a un hombre extrano. La senorita Tresilian era, por encima de todo, una joven perfectamente correcta. Todos los dias, si el tiempo lo permitia, paseaba por el Parc de Bruxelles con su hermano pequeno. Y todos los dias, intercambiaba saludos educados con sus conocidos, jugaba con Phillip, hacia marketing y volvia con mama a su apartamento en la Place de Leuvan. No hablaba con caballeros desconocidos. Ella ciertamente no los miro fijamente.Y la mayoria de los caballeros que vio en las calles de Bruselas eran desconocidos para Julia, reconocio con un suspiro interior. La llegada de los refugiados britanicos que huian de Paris antes del regreso de Napoleon en marzo ciertamente animo la escena. Hizo que los tresilianos se sintieran agradecidos de haber obtenido alojamientos elegantes, pero los recien llegados no mejoraron mucho la vida social de una viuda de recursos modestos y su hija sin contactos ni presentaciones. Los nuevos residentes que se apinaban en todas las casas de alquiler de la codiciada Ciudad Alta pertenecian a un estrato social muy diferente al suyo.Luego, los militares habian llegado en numero cada vez mayor, tanto en la ciudad como en el campo circundante, culminando solo tres dias antes cuando el duque de Wellington se instalo en una casa en la esquina de Rue Royale con vista al Parc.La vision del comandante en jefe de las fuerzas aliadas envio a la poblacion civil a lo que la senora Tresilian describio acidamente como un nerviosismo. Tal celebridad en medio de ellos solo podia ser emocionante, y el conocimiento de que estaban bajo la proteccion de un gran general lleno a todos de confianza. Pero tambien les recordo que este rincon de Europa era dondee se produciria el inevitable enfrentamiento con el tirano frances.Y en gran medida, el resultado de esa confrontacion dependeria de que hombres como los jovenes oficiales se relajaran tan alegremente frente a ella. Julia se dio cuenta de que todavia estaba mirando al unico hombre, y que el se habia dado cuenta de su mirada. Su mirada se agudizo y se centro cuando levanto la cabeza para mirarla. Sintio el color inundar sus mejillas y descubrio que no podia apartar la mirada.No sonrio, pero su mirada directa no mostraba insolencia. Parecia como ella sentia, que habia visto a alguien a quien reconocia en un nivel mucho mas profundo que el simple conocimiento. Parecia ligeramente desconcertado, o tal vez intrigado, pero no desconcertado por su intercambio silencioso. Pero entonces, no parecia un hombre que estuviera desconcertado por mucho. Julia, por otro lado, no podia recordar haberse sentido mas nerviosa en su vida. Su respiracion era corta, su corazon latia con fuerza y se sentia absurdamente timida. Ella deberia mirar hacia otro lado. Desafortunadamente, parecia que no podia. ?Julia? Phillip, gracias a Dios. Con la sensacion de haber sido sacada de un trance, Julia se inclino para escuchar lo que queria su hermano de cuatro anos.

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