Poetas y artistas preven el fin de los imperios, la decadencia de las civilizaciones. Asi Rilke, camino de Espana y El Escorial, justo antes de la Primera Guerra Mundial. Situada frente a las pinturas de Domenico Theotokopoulos, mas conocido como El Greco, revive la epopeya de Espana, desde su apogeo hasta las primeras premisas de su ocaso.Fue entonces cuando, frente al pintor toledano, que habia dejado Venecia, aparecio otra gran figura del Siglo de Oro espanol: Miguel de Cervantes, ya manco, aventurero y escritor. Un pretexto ideal, para Vintila Horia, para el vuelo de una reconstruccion flamigera de este periodo de prodigios permanentes.Novela picaresca, interrogacion sobre la Historia, meditacion sobre el amor y sobre la ausencia del amado: todo se cruza y se mezcla. Rilke se encontrara entonces en la Viena decadente de principios de siglo y solo entonces aparecera una cierta vision del mundo y de sus protagonistas, en toda su amplitud, que dara lugar, en Rilke, a los temas y melodias de sus futuras elegias de principios de siglo y solo entonces, en todo su esplendor,